viernes, abril 03, 2009

Los niños


Viniendo de la vieja Europa choca mucho la cantidad de niños que hay aquí. No hay viejos, la gente muere joven en África. Benjamín, nuestro recepcionista, tiene ocho hermanos y siete hermanas. Hace poco nuestro amigo Leo me llevó a una cantera en un pueblecito a treinta kilómetros de Lubumbashi justo al lado de la frontera con Zambia. Estaba llena de niños muy pequeños trabajando. Golpeaban piedras con un martillo para convertirlas en grava. Al final del día sacaban uno o dos dólares.
El niño Gael, con mucho desparpajo, me cogió de la mano para enseñarme el lugar y contarme cómo trabajaban.

Yo no sabía si ponerme a llorar o hacer el payaso que es lo mío. Cogí unas piedras del suelo para hacer malabares en el aire. Los pobres se asustaron pues ¡pensaban que los iba a apedrear! Les hice gritar, saltar y reír un poco... Tremendo... Los quise invitar a todos a unos bollos que vendía una señora. Le dije a la señora que le compraba todos los bollos y les dije a los niños que se sirvieran. Saltaron sobre la caja peleándose por los bollos que desaparecieron en pedazos en cuestión de segundos... Les di un poco de dinero a las madres que pululaban por la mina y un poco a Gael, pero cuando nos íbamos en el coche lo vimos correr delante de una horda de niños que le perseguían para quitarle el dinero... Tremendo. Estuve varios días tocado y prometí no quejarme nunca más de nada.

En el barrio pobre de La Kenia, Sergi Agustí me hizo esta foto. Muchos no van a la escuela. La gente vive hacinada en casas compartidas por varias familias sin agua corriente, ni cocina, ni TV ni nada. Cocinan al carbón en una pequeña barbacoa de hierro. Nunca he visto tanta pobreza, ni en las favelas sudamericanas. Los niños juegan con el agua del desagüe que pasa delante de cada casa y que arrastra los desperdicios y los plásticos... Tremendo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

guau, que impresion! y nosotros quejandonos... como dicen nuestra amiga Mercedes, "es de bien nacido ser agradecido", asi que nos toca agradecer cada dia y, mas importante, hacer algo para ayudar a estos niños.
besos,
Gabriela

jocelyn dijo...

me removiste el alma, que cosa mas triste, siempre me pregunto, porque no estamaremos disenados o dispuestos a dar una vida mejor.