miércoles, abril 22, 2009

Malaria

Era uno de mis grandes miedos antes de ir a África, la maldita malaria. Te tienes que tomar desde el día antes de ir una pastilla diaria de Malarone, que se supone que es preventivo en el caso de que te pique el maldito mosquito. Porque te pican, hagas lo que hagas. Dormimos con mosquitera, nos pusimos repelente... Pero siempre te pican y tienes la duda todo el rato de si te pillarás la malaria. Y te preguntas qué hacen ellos para prevenir la malaria. Y te suena que Billl Gates se está dejando una pasta para combatirla.

Un día, cuando Desiré nos preguntó qué queríamos comer al día siguiente, le dijimos que hiciera lo que quisiera... ¡Y al día siguiente no vino! Entre divertidos, contentos (no hay que olvidar que es el peor cocinero del mundo) y ligeramente indignados pensamos que una vez más nos había ganado, qué genio, había hecho lo que realmente quería, o sea ¡no venir! ¡Chapeau!

Pero luego nos enteramos que no vino porque tenía malaria. También la tuvo uno de nuestros cámaras o el gran cantante de reggae Livingstone. Todos van cayendo, no pueden acudir al trabajo, desaparecen unos días. Normalmente con unas pastillas e inyecciones se arregla el asunto, pero el tema grave es que en los pueblos tardan en ir al médico pues no le dan importancia y a veces la cosa se complica y puede acabar en muerte. Lo que quiero decir es que me sorprendió lo presente que está en la sociedad. Y cómo se acepta con naturalidad. Y le perdí un poco ese miedo visceral que le tenía al principio. Aunque me alegro mucho de no haberla pillado.

martes, abril 14, 2009

Una guitarra sin cuerdas


Mañana nos vamos. La misión ha sido un éxito tremendo. Estamos vacíos, lo hemos dado todo. Por el hotel du Katanga desfilan sin parar personas que saben que nos vamos mañana y quieren despedirse y de paso pedir algo. Que si regálame tu guitarra, tus altavoces, que si cómprame una figurita de madera, que si échame estas cartas en el correo cuando llegues a Europa, que si dame tu mail y tu teléfono...

Regalé mis cuerdas viejas de mi querida Camps, pues resulta que en Lubumbashi no venden cuerdas de guitarra española. Pero ayer me pidieron también las cuerdas mismas de mi guitarra. ¿Cómo negarme a ello? Así que regreso con una guitarra sin cuerdas, como dice la segunda estrofa de Nada, qué curiosa es la vida.

Patrick, el que dirigía el coro, me dice que entre los grandes éxitos de la misión ha sido el crear un estado de esperanza entre los artistas, unas ganas de mejorar, estudiar y autoafirmarse. Es curioso cómo un artista inseguro y a menudo deprimido con el mundo de la música como yo consigue transmitir confianza e ilusión a estos artistas congoleños ;-)

Por eso ha sido una experiencia maravillosa. También por todo lo que he aprendido sobre las personas y sobre la vida, que ya os iré contando poco a poco en este blog.

(Todas las fotos de este viaje: Sergi Agusti)

lunes, abril 13, 2009

El concierto



¡Finalmente lo hicimos! El concierto fue un auténtico éxito tanto a nivel artístico como de público. Conseguimos llenar la sala, todos los artistas hicieron una canción de su repertorio de manera fluida. Había un presentador de la televisón local que presentaba a los artistas y un buen humorista que hizo reír a la gente. Yo canté a dúo con Francesco, Nada, en francés, y a la gente le pareció muy exótico, yo era "¡el artista que viene de muy lejos!". Mientras cantaba, los Kalindula, los cantantes Folk, me metían dinero en los bolsillos. Es una costumbre muy curiosa de aquí: ¡para demostrar apoyo y admiración a un cantante, la gente sube al escenario y le mete dinero en el bolsillo! ¡He visto meter hasta un reloj! ¡También le ponen el billete en la frente sudada! Me parece una costumbre que deberíamos importar a Europa, tal y como están las cosas para los músicos. Luego me enteré que Sergi se había encargado de darles el dinero para que me lo metieran en los pantalones pues sabía que me hacía mucha ilusión que así fuera.

Al final llegó el momento de todos esperado, el momento de estrenar la canción ante el gran público. Me senté en las primeras filas para ver el resultado de un mes de trabajo. Fue increíble, salió mucho mejor que en los ensayos. Es lo que tiene la adrenalina, en el escenario siempre sale todo mejor de lo que crees. Todos estaban con sus mejores galas y estaban muy motivados.

Fue muy emocionante.

viernes, abril 10, 2009

Ensayo general

Mañana tenemos el concierto. Hoy ha sido el ensayo general. Es impresionante estar entre tantas voces, tantos artistas. He aprendido mucho en este viaje. Por ejemplo que una idea mueve montañas y que siempre hay gente por el camino que te ayuda a realizarla. Por ejemplo Patrick que dirige entusiasmado el coro. Veréis al famoso Sergi Agustí promotor del proyecto haciendo playback mientras que todos los demás cantan en directo. ¡A ver qué os parece! Abrazos.

La grabación


Anteayer estuvimos grabando los instrumentos. En Lubumbashi no hay instrumentos de calidad. Es un drama para los músicos. Tienen guitarras chinas de malísima calidad imposibles de afinar y que además ellos pagan a precio de muy buen instrumento en Europa. Me da mucha rabia, pues un músico es él mismo más su instrumento. Un mal instrumento no te permite mejorar como instrumentista ni expresarte bien. ¡Cuando pienso que en cualquier Cash Converter en Europa hay instrumentos de segunda mano mejores que los que hay aquí por menos de cien euros!
Se me ocurre montar una ONG gracias a la cual pudierais enviar esa guitarra o teclado que no utilizáis a la gente que lo necesita de verdad. ¡Así os libráis de un trasto vosotros y hacéis feliz a alguien durante años! ¿Quién me ayudaría? Escribidme a mis comentarios o a mi mail, carlosdefrance@hotmail.com

Ayer fue el gran día de la grabación de las voces. Fue muy emocionante pues hubo talento de verdad. Jacuzzi, el rapero cuya pinta de boxeador te haría salir corriendo si te lo encontraras en un callejón, es un pedazo de artista. También un pedazo de pan. Me emocionó cuando se entregó a fondo grabando su parte vocal, que es la primera estrofa. Le dije, "vuelca todos tus problemas, tus frustraciones en el micrófono, eres un gran artista, hazme llorar...". ¡Y vaya que si lo hizo! Yo me había enterado ese mismo día que vive en La Kenia, el barrio pobrísimo donde habíamos estado con los Kalindula y los niños...

Fueron desfilando todos dejándonos un poco de su arte en el disco duro del Mac. Los melódicos, los religiosos, el coro, los raperos. Todos estaban entusiasmados, casi ninguno había grabado en un estudio con anterioridad, y para ellos era una experiencia increíble para la que habían esperado hasta ocho o diez horas hasta que llegara su turno.

Al final estoy muy contento con los resultados, ahora falta mezclar la canción y ver qué podemos hacer con ella, cómo la publicamos, cómo la hacemos llegar al mundo. Acepto también sugerencias en mi blog.

Os dejo también la dirección del recién creado blog de Sergi Agustí: http://elcolordelmundo.blogspot.com para que veáis más fotos de este viaje.

martes, abril 07, 2009

Devolverle al mundo su color


Ya nos quedan pocos días. La canción está casi terminada. Todo el mundo participa y está entusiasmado. Jóvenes, mayores, melódicos, raperos... Ahora queda grabarla. Es tipo himno, muy pegadiza... Y el título: Rendre à la Terre Sa Couleur.

Finalmente el sábado que viene tendremos el concierto donde todos cantarán la canción. Vendrá la televisión y la radio. Lo que más me gusta es las ganas de participar que tienen todos, proponen ideas constantemente. Los raperos defienden sus frases una por una, los del coro defienden sus partes vocales y la canción dura ya ¡cinco minutos y medio! Y yo no quiero que sea demasiado larga ¡y tengo que hacer compromisos todo el tiempo! Y cuando parece que está lista la letra, llega Sergi Agustí ¡y quiere cambiarlo todo otra vez! ¡Estrés congolés!

viernes, abril 03, 2009

Los niños


Viniendo de la vieja Europa choca mucho la cantidad de niños que hay aquí. No hay viejos, la gente muere joven en África. Benjamín, nuestro recepcionista, tiene ocho hermanos y siete hermanas. Hace poco nuestro amigo Leo me llevó a una cantera en un pueblecito a treinta kilómetros de Lubumbashi justo al lado de la frontera con Zambia. Estaba llena de niños muy pequeños trabajando. Golpeaban piedras con un martillo para convertirlas en grava. Al final del día sacaban uno o dos dólares.
El niño Gael, con mucho desparpajo, me cogió de la mano para enseñarme el lugar y contarme cómo trabajaban.

Yo no sabía si ponerme a llorar o hacer el payaso que es lo mío. Cogí unas piedras del suelo para hacer malabares en el aire. Los pobres se asustaron pues ¡pensaban que los iba a apedrear! Les hice gritar, saltar y reír un poco... Tremendo... Los quise invitar a todos a unos bollos que vendía una señora. Le dije a la señora que le compraba todos los bollos y les dije a los niños que se sirvieran. Saltaron sobre la caja peleándose por los bollos que desaparecieron en pedazos en cuestión de segundos... Les di un poco de dinero a las madres que pululaban por la mina y un poco a Gael, pero cuando nos íbamos en el coche lo vimos correr delante de una horda de niños que le perseguían para quitarle el dinero... Tremendo. Estuve varios días tocado y prometí no quejarme nunca más de nada.

En el barrio pobre de La Kenia, Sergi Agustí me hizo esta foto. Muchos no van a la escuela. La gente vive hacinada en casas compartidas por varias familias sin agua corriente, ni cocina, ni TV ni nada. Cocinan al carbón en una pequeña barbacoa de hierro. Nunca he visto tanta pobreza, ni en las favelas sudamericanas. Los niños juegan con el agua del desagüe que pasa delante de cada casa y que arrastra los desperdicios y los plásticos... Tremendo.