martes, marzo 27, 2012

Bar Restaurante Iberia



Buscaba taxi para volver a casa. Era domingo noche. No había nadie en la calle pero hacía bueno.
No sé porqué me apeteció pasar por el Iberia, quizá porque era tarde y tocaba volver a casa, a la casa temporal en la que me estaba quedando esos días, justo encima del café Central. El caso es que me acerqué y vi la oferta: Gin Tonic de Tanqueray 6,50 Euros…
Como casi todos los noctámbulos saben, el Iberia es un clásico de la noche madrileña, de la auténtica. Hasta hace poco podías comer ahí un menú de dos platos y postre a cualquier hora del día y de la noche, o sea que si a las 6 de la mañana tenías hambre podías comerte hasta una paella de primero…Desgraciadamente como todo cambia, ahora cierran a las 3 de la mañana…Pero sigue siendo un sitio de reunión de taxistas y de todo tipo de trabajadores de la noche. Está en la plaza de San Bernardo.
El caso es que entré y pedí un Gin Tonic y una ración de ensaladilla.
El ambiente era auténtico de turno de noche, como si fuera la letra de mi canción:
taxistas, policías, recogedores de basura, empleados municipales, y algún solitario como yo, todos comiendo bocadillos de lomo, menús o tomando café.

En la pantalla fútbol y la conversación iba sobre eso y otros temas parecidos. En la parte de arriba iluminada con los típicos focos de bajo consumo y luz horrorosa comían paella unos cuantos mientras miraban la tele.

En eso entran dos jovencitos pijos, uno muy bien vestido con su elegante chaqueta azul marino, con su pañuelo blanco en el bolsillo de la solapa, zapatos tipo Gucci y tal. Con su joven amigo, menos vestido para la ocasión. La verdad es que chirriaban mucho con el lugar. Se acercan a la barra, a mi lado, y el más elegante pide dos Gin Tonics al camarero, que tenía cara de pocos amigos.

Y dice:

"- ¿Tenéis tónica Fever Tree?"

Para el que no lo sepa, es una tónica importada de la India más cara que la normal que se ha puesto de moda en los bares más pijos especializados en Gin Tonics. El camarero lo miraba alucinado.

Yo, al oír aquello, ver el local, ver al personal, ver la cara del camarero que parecía un campeón de lucha libre antes de atacar, me empecé a reír como hacía tiempo que no me reía. Además esa tarde me habían invitado a ver a un humorista cuyo nombre no recuerdo, en la Gran Vía y me salí pasada una hora porque no me reía. En cambio con este chaval que tenía a mi derecha no podía parar. Ja, ja, ja, ja…
El tipo, con mucho desparpajo, le dice a un policía que tenia al lado: "Jefe, si me quita unas multas le invito a un Gin Tonic".

Una vez servidas las copas, ("con un limón exprimido por favor"), me pregunta que quién soy, que tiene curiosidad. Yo iba además con una bolsa con ropa, no sé ya ni porqué, me imagino que era ropa que tengo repartida por tantas casas de amigos que ya no sé ni lo que tengo. El chaval, que dijo que usaba el nombre ficticio de Nacho cuando salía por la noche (ojo al detalle), me insinuó que yo era un perdedor, pero a pesar de todo tenía curiosidad por mí. Yo también tenía curiosidad: me contó que estaban allí porque un taxista les había llevado y que había tenido una disputa familiar y había llamado a su amigo para salir a consolarse tomando unas copas domingueras…
Tenía esa mezcla de alegría de vivir y prepotencia que tenía yo a su edad, veintidós años. "Usted no sabe con quién está hablando", me dijo…Y recordé la única vez que he dicho yo esa frase, exactamente a su misma edad, en los 80, en la puerta de un bar de Hermosilla donde no me dejaban entrar…Creo que era el Desert Sound…
Qué guay es la vida…

Como yo no hablaba mucho, pidió un par de puros y salió con su amigo a fumar fuera…
Yo, también salí a fumar fuera mi resto de porro. Y allí que me los encuentro con las copas, los puros, hablando con otro personaje. Era el Gran Salustiano Montoro (nombre ficticio), gitano desdentado que llevaba catorce años sin beber pero que ha decidido esta noche "que ya está bien de no beber."

Cincuenta y tantos años, alegre y encantado de la vida con su cervecita. Dice: "Yo me casé con quince años, y tuve 6 hijos con mi primera mujer. Con la segunda tuve 3, con la tercera 2 y con la cuarta 1!"
Olé Salustiano! Y empieza a cantar por bulerías, a cantar a Camarón y nosotros a dar palmas, AAAAYYYYY; AAAYYY, clap, clap, tarará, etc…

El tal Nacho, empieza a hablar de la importancia de la raza gitana en la cultura española para deleite de Salustiano, mientras se bebe otra copa y decide que tiene ganas de mear y que qué mejor que hacerlo en una papelera/cenicero que hay fuera, probablemente provista por el bar Iberia…Una vez aliviado Nacho empieza a cantar la Salve y a dar palmas, Olé, olé, olé, etc…

y yo:
-"Salustiano, donde vives?
-¡En la calle, Ayyyyy ayyyyyya, aayyyy!
-¿Sabes qué Salustiano?, que llevo ya diez años sin fumar y ya está bien, dame un cigarro, ay, ay, aaaaaayyyyyy! le digo, y me pongo a fumar con fruición…
Ayyyyy, ayyyyyya, aayyyy, clap,clap…qué rico el cigarritooooo ¡Ayyyyy, ayyyyyya, aayyyy, clap,clap…!


Y empezamos a bailar bulerías y a taconear, él con el impresionante compás de los gitanos…Momento inolvidable. "Tú se ve que sabes de juerga", me dijo, y yo el hombre más feliz del planeta con tamaño piropo.

La verdad es que estoy escribiendo estas líneas en el Bar Tilsiter, en Berlín, a las dos de la mañana y flipo. Todos hablan bajito, y si entraran Nacho y Salustiano por la puerta pensarían que son de otro planeta.

Por cierto, que el gitano dijo "¡yo no quiero salir en el internet ese!". Así que por respeto a él y a sus doce hijos le he cambiado el nombre y por arte del Photoshop tiene una guitarra por cabeza. Pero es una pena pues tiene cara de personaje, como todos los que estábamos ahí afuera alegrando los sueños de los vecinos: Salustiano, los dos Nachos de nombre ficticio y yo.

Sólo espero que el Nacho piscis no pierda el tiempo con la vida que le han diseñado, que pasa por "dirigir una empresa". A menos que sea su propia empresa de relaciones públicas, de organización de juergas o de representación de cuadro flamenco…O que se lance como humorista que tiene mucho futuro, y lo digo en serio…

Por cierto, que tengo concierto en el Libertad 8, Madrid, el jueves 26 de Abril a las 9,30 y lo mismo viene…
Espero veros allí, abrazos a todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno de los que estaba alli.

Gran post! me ha refrescado la memoria. Fue un placer conocerte, espero verte en el concierto! un saludo!

Anónimo dijo...

Magistral. Bravo por el Salus, el Nacho y sobre todo por ti, por contarlo como lo cuentas. Oye... ¡Que me han entrado unas ganas de tomarme un Gin Tonic!
Aunque es difícil que pueda acudir, me apunto a tu concierto.

Un fuerte abrazo desde Madrid.

Parinparem dijo...

Grandiosa entrada. Me he reído como un enano. Más que nada porque uno ha pateado taaaanto y a esas horas Madrid,que bien podría haber sido yo quien se estuviese calzando el trócolo a esas horas. Pero con 10 o 15 años menos.
P.D.
Oír a los Cars en el Desert con un par de snifs es uno de mis 80teros recuerdos de adolescencia crapulienta.