Muzungu

Muzungu. Eso es lo que me gritan por la calle, "¡muzungu, muzungu!", que quiere decir, "¡blanco!".

Lubumbashi no es bonito ni tiene mar pero la temperatura es super agradable, tropical, buen cambio viniendo desde Berlín... Es muy pobre para nuestros estándares pero rico con respecto al resto del Congo... Menos mal que el hotel Katanga está muy bien, lo lleva un belga que vivió 10 años en Madrid, en los años 80, de estudiante. Tiene una asociación que protege a los chimpancés y hay varios en el hotel. Son bebés y él y su mujer se ocupan de sacarlos adelante. Su asociación se llama F.R.A.N.K. y podéis averiguar más en Google.

El otro día me costó dormirme, tras unos ruidos que pensé que eran petardos, (¡ingenuo!) y que resultó que eran tiros seguidos de una ráfaga de kalashnikov. De verdad que me asusté mucho. Nunca había oído tiros tan cerca. Pensé que había golpe de estado, revolución, etc. Al final los tiros eran de un policía de la guardia presidencial que disparó contra los policías que vigilaban el Banco Central(???!!?!?!?), pero fue muy cerca del hotel. Por lo visto no hay que asustarse porque son movidas entre ellos. "Ya nos conocen en el barrio y nos saludan por la calle, así que no te preocupes" dice Sergi Agustí. Es nuestro gran jefe. Luego me confesó que también se asustó con los tiros...

Aquí las cosas funcionan a ratos, como el agua corriente, el internet y los móviles. Es curioso como en Europa damos por supuesto que va a haber agua corriente todo el rato, internet, teléfono...

Hoy nuestro cocinero particular, Desiré, nos ha preparado para comer orugas guisadas! ¡Sólo me he podido comer tres!

La experiencia mola mucho pues estamos todo el día currando en el Centro Cultural Francés. Yo imparto un curso de composición de canciones y otro miembro de la expedición sobre grabación y producción musical. Empecé mi curso el otro día y fue bastante bien, son tres días por semana pero me lleva mucha energía mental preparar las clases pues nunca lo he hecho. Pero es un flipe todos cantan muy bien y están muy ilusionados.

Lo que llevo peor es la comida, los bichos ya me dan igual. El otro día cuando abrí la cama y había una cucaracha me pareció muy normal... Lo bueno es que llegaré con tipín para el verano ;-)