Bueno, ya estoy de vuelta en Berlín tras dos semanas intensas en Madrid. Acabo de entrar en la tienda donde venden el piano que me hace soñar, un Feurich de 1921. La dependienta, una chica rusa llamada Anna, lo ha tocado para mí. Estaba tocando a Debussy y hemos tenido una charla maravillosa sobre pianos... Estas son las cosas de Berlin...
Gracias a los que vinisteis al show de Galileo. Los tres músicos sobre el escenario éramos Escorpio, pero seguimos sin decir cuál de los tres es el más joven: si el pianista, el contrabajista o yo... El próximo será más íntimo en la sala el BÚHO REAL. Será el 12 de diciembre y espero que no estéis muy liados con las cenas de empresa o con la compra de los regalos... Allá os espero, y os recomiendo que antes del concierto, que será a las 10 de la noche, os comáis una pizza en el Pulcinella que está en la puerta de al lado...
Abrazos y hasta entonces...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario