lunes, agosto 15, 2011

Granja de pollos










Estaba viendo este documental http://www.cmn.tv/videos/the-story-of-your-enslavement/ y me ha recordado a una curiosa experiencia que viví en Argentina recientemente. Estaba de visita en la granja de unos amigos. Tenían un criadero de pollos y me acerqué a verlos de cerca. Había oído horrores de cómo se crían los pollos de manera industrial para que luego los humanos podamos comer pollo tan barato y tan fácilmente. También había comprado, pero no me había atrevido a leer, el libro Eating Animals de Jonathan Safran Foer, donde explica cómo se crían los animales que luego nos comemos sin pensar de dónde vienen o por qué son tan baratos...

El caso es que ahí estaban los pollos. Era una nave bastante grande con unos grandes ventiladores que refrescaban el ambiente, para que no tuvieran demasiado calor. Del techo y por unos tubos caía comida para los animales. Y había cientos, miles de pollos, todos muy juntos, como en el metro en hora punta. Lo que me llamó más la atención es que no estaban en jaulas, ni atados ni nada. ¡Me alucinó que las enormes puertas estaban abiertas! El lindo campo se extendía ante los ojos de esos pollos, pero ninguno pensaba en escaparse, aunque fuera a dar una vuelta, a estirar las patas…

Lo que más miedo me dió fue que instantáneamente pensé en nosotros, los humanos, la gente en el metro, en las oficinas, en los centros comerciales, apelotonados, trabajando, consumiendo… En la libertad que está ahí pero que no queremos ver, tan apegados estamos a nuestras costumbres, a lo que nos han enseñado, nos han hecho creer, lo que nos han dicho, en fin, no sé…

No quiero ser un pollo...